lunes, 12 de julio de 2010

Venezuela una revolución para el delito (Parte II)


Ricardo Guanipa d’Erizans-Pocas veces en la historia de los escándalos de corrupción de América Latina se habían conocido tantos detalles de una presunta operación de sobornos, comisiones y tráfico de influencias contados por los protagonistas bajo juramento, con nombres y apellidos.

El juicio al empresario Franklin Durán, condenado por un jurado federal de Miami, fue una de esas raras oportunidades de conocer las intimidades de una empresa de amigos y socios cuyo éxito dependía principalmente de una eficiente maquinaria de corrupción a todos los niveles dentro del gobierno de Venezuela.

Durán fue hallado culpable de actuar ilegalmente como agente del gobierno de Venezuela y de conspirar para mantener en silencio al empresario venezolano Alejandro Antonini en torno al origen y el destino de $800,000 que le fueron confiscados a éste en Argentina en agosto del 2008.

Los pormenores de ese mundo subterráneo fueron relatados por uno de los responsables de pagar los cheques, de reconocer los favores y de mover fondos públicos.

Su nombre es Carlos Kauffmann, testigo del gobierno de Estados Unidos en el juicio a Durán. Kaufffmann, un empresario de 37 años, fanático de los aviones y los carros, relató sin pudor cómo amasó una fortuna de más de $100 millones en negociaciones ilícitas con entidades del gobierno.

En una sociedad con Durán que invertía y distribuía los ingresos por mitades a través de empresas de nombres lácteos (Leche Inc. Milk, Klim, etc), los socios se conviertieron en la pareja de empresario “boliburgueses” más prospera de la sociedad venezolana.

En cortos comentarios que agregó durante su testimonio a las admisiones de sus maniobras ilegales, Kauffmann dejó constancia de que algunas de sus actividades ilícitas son prácticas generalizadas.

UNA REVOLUCION SIN MORAL

“Es algo común en mi país”, afirmó el empresario cuando explicó que pagaba sobornos a funcionarios de la estatal petrolera PDVSA a fin de que le dieran prioridad en la venta de materia prima para su empresa de lubricantes Venoco.

Las maniobras descritas por Kauffmann no son exclusivas del gobierno del presidente Chávez y tampoco es la primera vez que Miami está en el mapa de los escándalos de corrupción de Venezuela.

A mediados de la década de los 90 la Florida, desde Boca Ratón hasta Key Biscayne, se convirtió en el refugio preferido de unos 200 banqueros prófugos de la justicia de ese país. Los banqueros, algunos de ellos vinculados a familias de abolengo y otros considerados “intocables”, fueron acusados de haber desviado fondos por $7,000 millones para su beneficio personal contando con que el gobierno no tomaría ninguna acción contra ellos por los lazos de amistad y compromisos políticos. Ninguno de los altos ejecutivos bancarios fue a prisión.

CHAVEZ UN BUEN SOCIO DE LA CORRUPCION FINANCIERA

“De ochenta a noventa por ciento del sistema bancario está comprometido en esta catástrofe” advirtió en mayo de 1994 Oscar García Mendoza, presidente del Banco Venezolano de Crédito. “Si no hubiera policías en las calles, los banqueros se pasarían el semáforo en rojo”.

Kauffmann y Durán sacaron provecho de esta crisis. Se la ingeniaron para que los directivos del Fondo de Garantías de Depósitos (FOGADE) institución gubernamental que se creó para administrar los bancos en quiebra, confiaran en ellos para que depositaran en bancos comerciales los dineros que se recaudaban y los remanentes de la crisis. Por esta operación los empresarios recibían una comisión de los bancos que luego compartían, en forma de soborno, con funcionarios de FOGADE, según declaró Kauffmann.

Kauffmann afrontaba los mismos cargos de Durán, pero en marzo de 2008, se declaró culpable y decidió cooperar con el fiscal Tom Mulvihill. La decisión se produjo luego de que el FBI descubrió que el empresario estaba fraguando una falsedad documental para que su esposa obtuviera una visa de trabajo en Estados Unidos.

Abogados y fiscales aportaron al proceso cientos de estados de cuentas de Kauffmann y Durán en bancos de Estados Unidos, pero éstos no fueron usados como pruebas durante el juicio lo que impidió que los medios conocieran sus movimientos y los nombres de los beneficiarios.

Basándose en los testimonios y pruebas que se conocieron se presenta a continuación el papel que jugaron los personajes mencionados como parte del entramado de influencias, intrigas, pagos de favores, comisiones y sobornos.

Kauffmann explicó que en la sociedad con su amigo Durán, él respondía por los asuntos financieros y Durán por las 0contrataciones con el gobierno

REVOLUCIONARIOS CRIMINALES AMPARADOS POR CHAVEZ

Tobías Nóbrega- Ministro de finanzas. Kauffmann dijo que inicialmente él y Durán le pagaron $1 millón por haber aprobado la compra de un edificio para el ministerio a un precio ($9.5 millones) que doblaba el valor por el que ambos empresarios lo compraron. Funcionarios del ministerio ayudaron a los empresarios a restructurar un paquete de bonos de deuda pública que recibieron como parte de pago del edificio que anteriormente pertenecía al Citibank. Con esa operación el valor de los bonos se multiplicó. Kauffmann explicó que gran parte de las ganancias de esta compraventa se invirtieron en el pago de sobornos por $4.5 millones al “equipo del ministerio”, incluido Nóbrega. Pero no lo consideró una pérdida porque ese negocio fue el preámbulo de otra operación mucha más lucrativa relacionada con la reestructuración de bonos. En esta segunda operación obtuvieron $100 millones de ganancias, suma de la cual pagaron sobornos por $25 millones a Tobías y los demás miembros del equipo entre los años 2002 y 2005.

Jesús Bermúdez- Viceministro de Finanzas. En febrero de 2005, después de dejar su cargo, fue condenado en la corte federal por estructurar una operación ilegal de introducción de dinero en efectivo a Estados Unidos. Cumplió una condena y firmó un acuerdo de cooperación con la fiscalía. Los bonos restructurados a favor de los Kauffmann y Durán fueron bautizados con su apellido “Los bonos Bermúdez”, según Kauffmann. Recibió sobornos por su participación en esa operación, agregó el empresario.

favor de los Kauffmann y Durán fueron bautizados con su apellido “Los bonos Bermúdez”, según Kauffmann. Recibió sobornos por su participación en esa operación, agregó el empresario.

Lenín Aguilera- Asesor del ministro. Fue parte del equipo del ministerio que trabajó con los empresarios y recibió también sobornos por su participación en la reestructuración de los bonos. Cuando Shohat le preguntó a Kauffmann en una audiencia del juicio cómo se deletreaba el nombre de Aguilera, le respondió: “Franklin lo sabe perfectamente, pregúnteselo a él que está ahí”.

Alejandro Dopazo- Director de Crédito Público del Ministerio de Finanzas. Dopazo también participó en la operación de la reestructuración de bonos que se derivó del negocio del edificio del Citibank y por ello recibió sobornos, aseguro Kauffmann. A diferencia de los otros tres funcionarios (Nóbrega, Bermúdez y Aguilera), que aceptaron $1 millón cada uno, Dopazo exigió $1.5 millones. ‘‘El pidió un poquito más, si no le pagábamos el negocio no se podía hacer”, explicó Kauffmann

Víctor José Medina, Orestes Arellano y Oscar Silva- Kauffmann identificó a estos oficiales de la Guardia Nacional (GN) como sus hombres claves en los negocios que mantuvieron con esa entidad entre 1998 y 2001. “Ellos eran los encargados de las compras y la finanzas”, declaró Kauffmann. La GN se convirtió en la puerta de entrada de Kauffmann y Durán al sector oficial de Venezuela. En esta entidad la confianza llegó a tal nivel que los oficiales les confiaron a los empresarios los dineros que recibían de sobornos para que los invirtieran en lo que consideraran más rentable o conveniente, explicó Kauffmann. Por el manejo de las inversiones cobraban 10 por ciento del monto confiado a ellos.

INTERREGATORIO JUDICIAL EN EE.UU

“Eramos como sus banqueros… era una gran operación de mucho dinero en efectivo que al final terminaba en alguna cuenta”, indicó Kauffmann.

–¿Cómo le ayudaba usted a ellos?” preguntó el fiscal de EE.UU Tomm Mulvihill

–Recogiendo el dinero y guardándolo, respondió Kauffmann.

–¿Usted le guardaba el dinero a ellos?, inquirió el fiscal.

–Sí, dijo el empresario

–¿De dónde recibían los oficiales ese dinero?, preguntó Mulvihill

–Eran sobornos, contestó Kauffmann.

–¿Y aproximadamente cuánto dinero de esos sobornos manejó usted en nombre de los oficiales?, indagó el fiscal.

–Millones de dólares, respondió.

GOBERNADOR CHAVISTA CORRUPTO, HEROE DE LA REVOLUCION

Johny Yánez Rangel- Gobernador del estado Cojedes. Los empresarios compartían con el gobernador del 30 al 40 por ciento del monto de las comisiones que recibían de Bancoro, la entidad financiera donde despositaban las partidas presupuestales de la gobernación. Kauffmann y Durán manejaban los dineros de Yánez, incluyendo estos sobornos, por una comisión del 10 por ciento. Por los contratos de construcción que le adjudicó la gobernación a una compañía constructora de ambos empresarios, Yánez también recibía sobornos y los canalizaba a otros funcionarios, según Kauffmann. Los contratos sumaban más de $20 millones.

Felipe Rodríguez- Segundo al mando de la gobernación de Cojedes cuya función, dijo Kauffmann, era manejar los detalles de negocios en “la oficina de atrás”. Recibió también sobornos, según Kauffmann.

CHAVEZ SE IMPONE CON EL SOBORNO EN VARGAS

Antonio Rodríguez- Gobernador del estado Vargas. Recibió de los empresarios $250,000 para su campaña a la gobernación a través de Benito Robles. Rodríguez llegó a la gobernación en el año 2000. Robles fue nombrado secretario de la gobernación. Con Rodríguez el supuesto esquema de corrupción funcionaba en forma similiar a la del estado Cojedes. Los fondos de la gobernación eran depositados en Bancoro; el banco pagaba una comisión de la cual un 50 por ciento iba para los empresarios y el resto para Rodríguez. El banco les pagaba a los empresarios un 10 por ciento de la cantidad depositada. Esta operación se llevó a cabo durante ocho años hasta que Kauffmann y Durán fueron arrestados en diciembre del año pasado. Rodríguez también recibió sobornos que totalizan $30 millones por la adjudicación de contratos de su gobernación, afirmó Kauffmann. Este dinero lo repartía con otros funcionarios.

Presidente Hugo Chávez- Según las pruebas aportadas por la fiscalía, el presidente Chávez estuvo al tanto de la operación de encubrimiento del origen y el destino del dinero, pero todas las evidencias son de oídas. Ninguno de los testigos estuvo en reuniones personales con Chávez o mantuvo comunicación telefónica con el mandatario.

DE PODER ELECTORAL A PODER CORRUPTO

El abogado Moisés Maionica, contratado por el gobierno de Venezuela para convencer a Antonini de que contratase a un jurista argentino, afirmó que Chávez, al enterarse del escándalo del Valijagate y de las peticiones de Antonini, le pidió a Henry Rangel, director de los servicios de inteligencia DISIP, que se encargara de manejar la crisis y de pagarle a Antonini. Hubo un momento en el que Chávez creyó que ya todo estaba resuelto, según Maionica, pero al parecer no le habían informado que Antonini continuaba dilatando las negociaciones.

En una conversación grabada por Antonini el 12 de noviembre del 2007, se escucha decir a Durán: “Ya Chávez va a sacar a todo el mundo que tuvo que ver con este peo”. Durán se refería, entre otros, a Rafael Ramírez, ministro de energía y director de PDVSA.

Según Durán, Ramírez “no puede lavarse las manos” porque Chávez supo que fue un asistente de Ramírez “el que llevó las maletas en ese avión”.

En otra oportunidad (15 de octubre de 2007) Durán se da por enterado de que Antonini le envió una carta a Chávez pidiéndole dinero por su silencio a través del cónsul de Venezuela en Miami, Antonio Hernández.

“Te fuiste por un camino directo con el presidente vía el consulado. La vaina llegó muy bien pero muy mal a la vez porque acuérdate, cuanto te acercas al sol tanto, te puede quemar”

El Ex-presidente del Poder Electoral y Vcepresidente, Jorge Rodríguez- Su nombre fue mencionado por el abogado Moisés Maionica, de quien es amigo personal. Según Maionica, Rodríguez seguía de cerca la conducta de Antonini y un día, impaciente, le dijo: ‘‘¿Todavía ese muchacho lo tenemos allá? ¿No se ha resuelto todavía? Ese carajo no ha hablado y tenemos a ese muchacho maltratado”.

PODER JUDICIAL A LA ORDEN DEL CRIMEN

Tarek El Aissami- Viceministro de seguridad ciudadana. Fue uno de los funcionarios venezolanos más mencionado en el juicio. Todo indica que no tuvo que ver con el origen del problema, el envío del dinero de la petrolera PDVSA a la campaña de la presidenta Cristina Fernández de Argentina. Sin embargo debió apagar el incendio por errores ajenos siguiendo órdenes superiores. Su importancia en el gobierno la definió así Durán en una conversación con Antonini: “Es un carajo sano… Treinta y tres años [de edad]. El presidente le tiene cariño. Y lo atiende en persona. Ese es todo el poder de este chamo. Y que el presidente le dijo. “¿Sabes qué?, encárgate de la justicia en Venezuela, encárgate de las cárceles, encárgate de la PTJ, encárgate de la DISIP. Tú eres el jefe máximo de toda esta mierda”.

En otra conversación Durán le informó a Antonini que quien estaba manejando todo el problema era El Aissami. Para demostrarle la seriedad de sus gestiones, Durán y Kauffmann lograron que Antonini hablara por teléfono con el viceministro.

POLICIA INFORMANDO A CRIMINALES

Henry Rangel Silva- Director de la DISIP. Reportaba a El Aissami quien delegó en él la mecánica de la operación de control de Antonini. Durán alardeó que se había reunido varias veces con Rangel para tratar el problema de Antonini. En una de esas oportunidades analizaron la expedición de un documento que justificara la salida de los $800,000 de Venezuela. Maionica dijo que Rangel le garantizó a Antonini que no se iba a abrir ninguna causa en su contra en Venezuela. En una charla telefónica con Antonini se escucha a Rangel decir “la primer parte de lo del recibo de aquí, no hay problema… lo de la segunda parte, que es la parte financiera, tampoco hay problema”. Rangel le pidió a Antonini que se refiriera a él con el alias de “Arvelo”.

PDVSA UNA FUENTE DE RECURSOS PARA EL CRIMEN

Moisés Maionica- Contratado por PDVSA para convencer a Antonini que nombrara un abogado en Argentina donde afronta cargos de lavado de dinero y contrabando. Maionica dijo que le pagarían $400,000 por su gestión.

José Bracamonte- Contratado por PDVSA. Su participación fue fundamental para lograr que Maionica se reuniese en Miami con Antonini. Maionica lo identificó como su enlace con el gobierno. También se reunión con Kauffmann a quien le explicó que se estaba planeando falsificar declaraciones de salida de dinero para justificar la cantidad que llevaba Antonini. “El es mi contacto con el gobierno. Juan y yo estudiamos juntos en la universidad”, se escucha a Maionica comentar en la conversación grabada por Antonini en un restaurante de Fort Lauderdale el 30 de noviembre del año pasado. Maionica explicó que se hicieron amigos luego de una disputa por un fraude que Bracamonte cometió en unas elecciones locales.

MILITARES AL SERVICIO CRIMINAL

Antonio José Canchica Gómez- Militar de los servicios de inteligencia de Venezuela especializado en comunicaciones. En una conversación con Antonini en Miami, en octubre DE 2008, se identificó como el último eslabón de la cadena que pretendía cumplir con todas las exigencias de Antonini. Se dio por enterado de la carta que Antonini le envió al presidente Chávez. Antonini prácticamente no lo dejó hablar después de que afirmó que el gobierno de Venezuela quería sacar del juego a Durán y a Kauffmann, lo que implicaba que la investigación del FBI podría fracasar.

DE POLICIA POLITICA, A POLICIA CRIMINAL

Pedro Durán- Hermano de Franklin. El director de la Agencia de Lucha contra las Drogas DEA en Venezuela, Thomas Alder, declaró en el juicio que Pedro “es considerado un contacto del gobierno de Estados Unidos con el de Venezuela”. Alder se había reunido con Pedro en anteriores ocasiones a través de un personaje que fue indentificado solamente como Riverito. Pedro tiene credenciales de la DISIP. Ante todo lo denunciado en Venezuela no existe investigacion ni arresto por este caso.

CHAVEZ INDULTA A NARCO TERRORISTA

Se trata de Marco Walter Alexander Del Nogal Márquez, más conocido como Alex del Nogal, de 39 años de edad, otro joven empresario venezolano que creció e hizo crecer su fortuna al amparo de la administración de Hugo Chávez durante los últimos diez años. Sin embargo, Del Nogal tiene otra actividad paralela a la de empresario multirrubro —como sus amigos Carlos Kaufmann y Franklin Durán, hoy más trascendentes como reos de la Justicia norteamericana—, y más bien sus empresas le sirven de pantalla para esa otra actividad que obviamente no puede ser pública: Del Nogal es narcotraficante.

Por esa causa, en especial por tener pedidos de captura a través de Interpol y por ser requerido también por las Justicias canadiense y suiza, ya que hace algunos años escapó de este último país, donde se encontraba detenido, Del Nogal está hoy preso en una cárcel de Sicilia, por disposición de un magistrado de esta isla italiana, tras haber sido arrestado en septiembre último a su llegada al aeropuerto de Malpensa, en Milán.

Al parecer la policía italiana había recibido el “soplo” de un antiguo cómplice de Del Nogal, miembro de una “familia” siciliana con la que éste hacía negocios relacionados con la droga, y que por un trato con las autoridades fue dejado en libertad luego de señalar el próximo arribo del venezolano al aeropuerto milanés.

Alex Del Nogal es quizás el principal narcotraficante que pisa hoy en día territorio venezolano, además de visitar frecuentemente otros países, aunque ahora esta última actividad la tiene restringida por su detención en Italia y, aunque estuviera libre, por el acecho de Interpol y de los tribunales de Canadá y Suiza, a lo que se ha agregado el interés de la Justicia norteamericana por llevar a Del Nogal junto a sus amigos, los empresarios Carlos Kaufmann y Franklin Durán, y hacerlo cantar junto a ellos las melodías con las que tanto se están deleitando los fiscales y el FBI.

Y a decir verdad son muchas las cosas que podría decir Alex. Temas que calarían muy hondo en el ánimo —más bien en el desánimo— de Hugo Chávez y cercanos colaboradores, de los cuales los más apreciados por los oídos del FBI y los fiscales norteamericanos serían los relacionados con el lavado de grandes sumas de dinero provenientes del narcotráfico y la triangulación de éste, a través de Venezuela, proveniente de Colombia vía las agrupaciones terroristas FARC y ELN, con destino a Estados Unidos y Europa.

Pero el tema de las vinculaciones venezolanas con el narcotráfico lo dejaremos para otro artículo. Volvamos ahora a ocuparnos de la agitada vida de Alex del Nogal, este “niño terrible” de la boliburguesía chavista.

PDVSA AL SERVICIO CRIMINAL REVOLUCIONARIO

Alex Del Nogal es de baja estatura y no muy agraciado fisonómicamente. Ello no le impide haberse acostumbrado a verse rodeado —billetera mata galán— de las más hermosas mujeres, hasta haberse casado con una hermosa rubia aunque ello no le impidió continuar siendo un conquistador de faldas. Su vida fastuosa, permitida por sus incontables ingresos provenientes de sus actividades non sanctas, además de sus vinculaciones con gente del gobierno, la banca y el petróleo —cuándo no iba a estar PDVSA en el medio— le permitió recorrer los más exclusivos círculos de la sociedad venezolana.
Sin embargo, la relación de Del Nogal con los “bolivarianos” y su estrecho vínculo con Hugo Chávez comenzó de forma bastante irregular: nada menos que siendo un presidiario que compartió la cárcel con el actual presidente de Venezuela.

Parece que la carrera delictiva de Alex comenzó desde muy joven, y “ayudado” por su propio padre. Según relatan Javier Ignacio Mayorca y Ricardo Guanipa en el diario “El Nacional”, de Caracasi, en una edición de 1996, la Policía Técnica Judicial (PTJ) investigó a Alex por robo de automóviles llevados desde el estado norteamericano de Florida, un delito por el cual su padre, William Del Nogal, afronta cargos en la corte federal de Miami. William, de 60 años, había sido arrestado en noviembre de 1992 y liberado bajo fianza, pero no volvió a presentarse a las autoridades. Por ello fue acusado en otro encausamiento en el año 2001 y declarado fugitivo.

Johann Peña, ex comisario de la DISIP que investigó en esa época la red de contrabando de los autos robados y hoy, alejado del régimen chavista, reside en Miami, reveló que “padre e hijo estaban en el negocio, y yo creo que el padre jugó un papel muy importante en la carrera de delincuente de Alex”.

Considerado un joven hábil para realizar “negocios rápidos”, en Miami quedaron rastros de algunas de sus múltiples incursiones en este campo. Según los registros de Florida, Del Nogal se asoció con el banquero venezolano Juan Santaella en la firma Magna International, creada en 1989 y desactivada un año después.

En la misma sociedad figura como director Daniel Díaz Granados, un próspero empresario y comisionista bancario cercano al gobierno de Chávez.

Díaz Granados compartió cárcel con Del Nogal cuando fue también acusado, como Alex, de crear “terror económico” con las bombas enviadas en sobres que explotaron en varios sitios de la capital en bancos y empresas financieras, con el objeto de favorecer a otros empresarios del sector allegados a ellos y muy especialmente provocar una subida en el precio del dólar que les permitiera especular con el mismo en el mercado paralelo.

Bajo el nombre de Walter del Nogal (el segundo nombre de Alex) se registró en 1990 la firma Renpino Trading, donde aparece como directora Evenia Rengifo de Stopello, una conocida clarividente del mundo político y militar venezolanos, también consultora de varios presidentes.
Y así llegamos al motivo por el cual Alex Del Nogal terminó en la cárcel de Yare y conoció allí a Hugo Chávez, compañía que derivó en una profunda amistad, tanta como para que al quedar libre, el presidente venezolano se acordara de su amigo, lo indultara y le otorgara amplias funciones en organismos estratégicos y financieros del Estado.

Entre los compañeros de ruta más cercanos a Alex Del Nogal se encontraba Ramiro Helmeyer, un empresario ligado al medio televisivo, casado con la actriz de telenovelas Maricarmen Regueiro, quien cuando estuvo trabajando un tiempo en la Argentina era visitada por Helmeyer. Este último también estuvo involucrado en los atentados con bombas a entidades financieras en lo que dio en llamarse “terrorismo económico”.

Hacia el año 1993, Alex Del Nogal y Ramiro Helmeyer, asociados también en cuestiones del narcotráfico —Helmeyer también es requerido por la Justicia canadiense—, tuvieron diferencias con otro socio y amigo, Mario Patty Fajardo, a punto tal que, al mejor estilo mafioso, decidieron sacárselo de encima y para ello hicieron explotar el automóvil en que Patty se desplazaba. No conformes con ello, le dispararon un tiro en la cabeza y posteriormente, con el pobre Patti ahora sí cadáver seguro, lo arrojaron al Caribe desde el avión que conducía Helmeyer, asegurando el almuerzo a los tiburones.

CHAVEZ NO ENTREGARA A EE.UU A SU AMIGO DEL NOGAL

El gobierno de Estados Unidos emitió una orden de investigación sobre Alex Del Nogal. La Oficina Antidrogas manifestó que hay sospechas de que Del Nogal adquirió propiedades en Palm Beach y Doral, en Miami, estimadas en diez millones de dólares. La Ley Patriot establece la confiscación de propiedades procedentes del dinero ilícito o lavado de capitales.

También se está investigando, de acuerdo a algunas fuentes norteamericanas, a allegados a Del Nogal en lo político y en lo económico. Asimismo, la DEA solicitó al gobierno venezolano información sobre transferencias de Alex Del Nogal a Estados Unidos y Europa. La DEA de Miami envió sus investigadores a paraísos fiscales de Gran Caimán y Panamá tras los rastros de dinero ilegítimo. En tanto, las visas de varios familiares de Del Nogal, fueron anuladas.

Los investigadores calculan la fortuna de Del Nogal en más de 200 millones de dólares. El asesor John Luers señaló que “si comprobamos que Del Nogal participó en Estados Unidos con dinero del narcotráfico pediremos la extradición”. Sin embargo el gobierno venezolano ya ha hecho saber que no permitirá la extradición de un connacional que, en todo caso, “sería juzgado por los tribunales venezolanos”. Todo un paso de comedia por parte del chavismo.

Según informaciones posteriores, el gobierno norteamericano canceló visas, además de a Del Nogal, a dos de los empresarios y políticos más cercanos. Luers se negó a identificar a esos personajes porque alegó la reserva de estos casos.
En tanto, el proceso en Miami contra dos empresarios y un abogado venezolanos y un uruguayo, acusados de presionar y amenazar a Guido Antonini Wilson para que cierre la boca respecto del origen y destino de los 800.000 dólares de la famosa maleta, continúa y tendrá su instancia decisiva en marzo próximo.

De esta manera el gobierno de Hugo Chávez —pese a las cortinas de humo que intenta arrojar para desviar la atención de este caso— se encuentra cada vez más jaqueado ante las ollas que se van destapando en torno a muchos hombres de su propio gobierno o ligados al mismo. Como también se están alcanzando altos picos de tensión en las esferas gubernamentales argentinas, que también apelan a diversas cortinas de humo que tampoco pueden disimular más el tema de la maleta.

Este es el resultado de la política de Chávez de repartir maletas llenas de dólares a gobiernos amigos y simpatizantes de su política en América Latina. Precisamente fueron muchas las maletas y varios sus portadores en los últimos años. Hubo muchos Antonini Wilson y Alex Del Nogal.
De aquí en más se verá si la eficiente labor de la Justicia norteamericana podrá poner un dique de contención a estos “piratas del Caribe” con sus lavados de dinero y otras operaciones sucias, y a la vez enviar un llamado de atención a los gobiernos involucrados en este alegre carnaval de la corrupción al que están tan habituados.

Vamos ahora a referirnos a las numerosas cuentas bancarias que pudimos obtener de Alex Del Nogal en bancos diseminados por todo el mundo:

Banesco (Cta. 01340262182623034405, Cta. 01340369463691015466, Venezuela); Inverunión Banco Comercial (Cta. 01440470880000002337, Cta. 01440470860000002579, Venezuela); Banco Venezolano de Crédito (Cta. 01040123290123001869, Venezuela); Banco de Venezuela (Cta. 01020105560000021966, Venezuela); Banco Argentino (Cta. 4691429/5, Argentina); Credit Uruguay Banco S.A. (Cta. 1909554, Montevideo, Uruguay); American Express Bank New York (ABA: 124071889, New York, EE.UU); Banco Interamericano corresponsal de New York (Cta. 026002561, New York, EE.UU); Banco HSBC Republic (ABA: 021001088, New York, EE.UU); The Laredo National Bank (Cta. 2829971, Texas, EE.UU); Citibank (Cta. 3200354274, Florida, EE.UU); Comercebank (ABA: 067010509, Florida, EE.UU); Bank of America (Cta. 003673663538, Florida, EE.UU); Toronto Dominium Bank (Cta. 0360012161670, Canadá); Credicorpbanks de Panamá (Cta. 4010092918, Panamá); Banco La Caixa (Cta. 21000740010100536068, Barcelona, España); Bank of China (Cta. 416060001880156033, Beijing, China); y Bank of China (Cta. 810061412208091001, Ningbo, China).
Sería sumamente interesante saber si los gobiernos de Argentina y Uruguay estaban en conocimiento de las cuentas que Alex Del Nogal posee, respectivamente, en el Banco Argentino y en el Credit Uruguay Banco S.A., o si, ahora que pueden llegar a conocerlas, encararán alguna investigación sobre las mismas.

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